Luis Barraza, líder del programa de zoonosis del Dadis y médico veterinario, explicó adónde comunicarse y cómo actuar en caso de encontrar los caracoles. También las enfermedades que estos pueden causar.
La temporada de lluvias es una de las causas principales de la aparición del caracol gigante africano en diferentes sectores de la ciudad. Por ello, Barraza pide a la comunidad estar muy alerta y da algunas recomendaciones para acabar con dicha especie sin sufrir afectaciones en la salud.
Desde hace dos años, el Dadis intensificó las acciones para prevenir que los cartageneros sufran por el parásito que el caracol africano transmite, y que genera enfermedades graves como la meningoencefalitis, una inflamación del cerebro que produce meningitis; o una ileocolitis cecal, una especie de apendicitis.
Por fortuna, “en Cartagena no se ha detectado ningún caso de enfermedad producida por el caracol africano”, indicó Barraza. Sin embargo, la alerta está vigente.
¿Qué hacer?
“Cuando son cantidades pequeñas, que son dos o tres caracoles nosotros podemos destruirlos”, explicó el médico veterinario.
En caso de que sean tres o más caracoles, lo ideal es comunicarse con las autoridades ambientales, sobre todo, con el Establecimiento Público Ambiental (EPA), para que se haga cargo de la situación.
Barraza explicó, también, que se puede hacer un hueco entre la tierra y echar abundante cal, luego agarrar a los caracoles con guantes o bolsas plásticas, agregar más cal y tapar con tierra. El médico recomienda que luego de hacer el procedimiento, se lave las manos.
“Con ese procedimiento, el caracol se inactiva y muere, formando una barrera para evitar contaminaciones alrededor o que se diseminen los huevos”, aseveró.
La reproducción de caracol africano, afecta la salud humana, la parte agropecuaria, porque es una plaga que destruye cultivos y genera pérdidas económicas a los agricultores. También destruye otras especies y altera el ecosistema.
“Estemos muy atentos a no estar manipulándolos y llamar a las autoridades ambientales para el control”, agregó.
Su origen
El origen del caracol, según Barraza, empezó con fines cosméticos. “Algunas personas inescrupulosas empezaron a utilizar la baba de caracol y con el tiempo se dieron cuenta que la baba era portadora de un parásito. En ese entonces, hace como 10 años, las autoridades empezaron a decomisar los caracoles y a perseguir a los expendedores, y algunos tiraban los caracoles en las zonas baldías, es por eso que ahora tenemos las consecuencias”, dijo.
No se recomienda consumir la baba de caracol, ni usarla en la piel.
