Los países pescadores y consumidores de atún rojo del Mediterráneo encaran la recta final de las negociaciones sobre una nueva cuota pesquera anual de este famoso pescado, cuyo volumen de ejemplares tiene dificultades para reconstituirse.
Los 48 miembros de la Cicta, la organización encargada de gestionar la pesca del atún en el Atlántico y el Mediterráneo, llevan una semana reunidos en Génova en una sesión anual que ha creado grandes expectativas entre los pescadores tras el anuncio de un regreso espectacular de esta especie. El volumen de ejemplares de atún rojo en el Atlántico Este y el Mediterráneo, que había caído a su mínimo en los años 2000 por la sobrepesca, alcanzó un nivel inédito, por las cuotas drásticas que se impusieron desde 2007. En 2014, se podían pescar 13.500 toneladas de esta especie, frente a las 60.000 anuales de antes de 2007. Según el comité científico de la Cicta, el volumen de atunes reproductores, que rondaba las 150.000 toneladas en 2008, subió a 585.000 toneladas en 2013. Esos científicos preconizan, sin embargo, un levantamiento "gradual y moderado" de la cuota anual, ante la incertidumbre sobre los modelos de evaluación y de proyección. "Estamos expectantes, las conversaciones no avanzan", señalaba Serge Larzabal, del comité francés de pesca, tras una semana de reunión. La Unión Europea, que posee más del 59% de la pesca autorizada, propone aumentar la cuota en un 20% por año en tres años para llevar el límite a 23.155 toneladas en 2017. Una postura que comparten los pescadores franceses, que se reparten la mayoría de la cuota europea junto a España e Italia. Otros países pidieron un aumento aún más importante, en particular Japón para 2015, mientras que otros países pescadores de atún desean modificar el reparto de la cuota, como Turquía, Libia y Egipto. "Lo que nos preocupa son las peticiones de algunos países que quieren cambiar el reparto", dice Larzabal. "El riesgo es que la UE no se beneficie bastante del alza de la cuota. Y son esos países, que hicieron los mayores sacrificios, los que tienen que recoger el fruto de sus esfuerzos". Gestionar el éxito Las asociaciones de protección del medioambiente están asustadas de que la cuota pueda crecer en un 20% por año hasta 2017. "No es ni gradual, ni moderado", asegura Sergi Tudela de WWF, que puede formar parte de los grupos de trabajo, en su calidad de ONG observadora. "Nuestra preocupación es que se respete la recomendación del comité científico, que nunca dijo que la población de atún rojo se haya reconstituido, aunque sí aumentó". "Es un momento importante y hay muchas expectativas", admite Tudela. "La gestión del atún rojo es un caso extraordinario de éxito y, a veces, es más difícil gestionar el éxito que una situación de crisis (...) Hay que aumentar un poco [la cuota], esperar dos o tres años y ver, y volver a aumentar un poco más, etc."